SOBRE LAS RABIETAS
Uno de los momentos más difíciles en la crianza de los hijos es sin duda, manejar los sabios”malestares, rabietas, berrinches, etc.,”
SOBRE LAS RABIETAS
- Considera que tu hijo (a) está en una etapa formativa y aprendiendo “cómo debe portarse”, esto lo descubre con la experiencia, así que evita decirle : ” pórtate bien, tu ya sabes cómo portarse, en que habíamos quedado, etc.,”
- Trata de no enojarte, sino, no serás ayuda para tu hijo (a), al contrario, serán dos niños tratando de tener la razón, no olvides que tú eres el adulto y por lo tanto el centro en la vida del niño.
- Busca tranquilizarlo amorosamente, puedes bajarte a su nivel y cálidamente brindarle un abrazo, que te permita contenerlo.
- Sino permite que le toques, y estás en un lugar público, aún en tu casa, cárgalo suavemente y llévalo a un lugar privado donde no se sienta evidenciado y ya aislados, ofrece de nuevo abrazarlo, sino busca tocarle el cabello, el hombro, la cabeza, la espalda, etc., pero tienes que tener contacto físico con él.
- Cuando haya cesado el llanto, las pataletas o los gritos, vuelve a abrazarlo y posteriormente,si está en condiciones de hablar y no has entendido lo que le pasó y él lo puede expresar, puedes decirle: se que estas molesto, triste, enojado, etc, quieres contarme qué te molesto?.
- Posterior a ese momento , incorpórate con él, ella, al supermercado, a la fiesta, al cuarto de televisión, etc., evita comentar en voz alta lo que le ocurrió, o porque se “porto mal”.
- Cuando estés a solas con quien compartes la crianza, entonces si explícale lo que ocurrió en su momento privado, para que el padre, el abuelo, la abuela, tengan referencias de como ir manejando estas experiencias sin etiquetarlas “de berrinches o caprichos”.
- No olvides que, NUNCA debes corregir en público, mucho menos pegarle.
Hace un par de décadas y en la actualidad algunas técnicas de disciplina manejan la tendencia a dejarlos llorar hasta que se cansarán o aprendieran la lección. Es difícil que un niño en formación comprenda que algo está haciendo mal si no se le explica sobre esto. Gracias a las investigaciones en las neurociencias, ahora está demostrado que cuando dejamos a un niño llorar por largos periodos, o pasar tiempos prolongados de angustia o estrés, existe daño a niveles cerebrales, se generan “improntas”, experiencias que se quedarán almacenadas de por vida en la psique del niño, y serán un parteaguas para las futuras relaciones que establezcan.
Los niños y adolescentes, necesitan sentirse amados y respetados y crecer en un ambiente libre de estrés, lleno de experiencias que le motiven, le permitan moverse y vivir la vida con alegría. Atrévete de verdad a ser un padre, madre, abuela, tía, maestra, ocupada de vincular y regalar experiencias que partan del amor, el respeto y la empatía. Nada es eterno, las etapas del desarrollo son transitorias, así que te invito a disfrutarlas con otras lupas