“Quedarse en la escuela sin lágrimas”

El título del post es el deseo de muchas madres que llevan a sus hijos a maternales o pre-escolares

“Quedarse en la escuela sin lágrimas”

El título del post es el deseo de muchas madres que llevan a sus hijos a maternales o pre-escolares, dejar llorando a un niño es una experiencia desgarradora para las madres, entonces todas las preguntas nos invaden: ¿qué le estará ocurriendo a mi hijo (a), estaré haciendo lo correcto, me parece que esta sufriendo demasiado, y si mejor lo saco y espero a que esté listo?

Pasan las horas y es tiempo de ir a recogerlo y tu hijo (a), se encuentra feliz, no quiere irse incluso de la escuela, las lágrimas desaparecieron casi mágicamente, entonces la madre/familia se vuelve a cargar de confianza y energía para impulsar al siguiente día la llegada a la escuela, sin embargo, cuando esto es recurrente y no mejora, las respuestas se buscan por aquí y por allá deseando encontrar una receta mágica para que esta experiencia sea agradable para ambas partes.

Tranquila, mamá es importante que sepas lo siguiente, los niños de 0 a 6 años tienen un tipo de mente especial, diferente a la de los adultos, denominada “mente absorbente”, inconsciente (0 a 3 años), y consciente de (3 a 6 años), según M. Montessori, por lo que absorben del ambiente TODO TIPO DE EXPERIENCIAS CONCSIENTES E INCOSCIENTES DEL ADULTO, según Laura Gutman existe una fusión emocional de los 0 a 3 años entre la madre y el hijo, es decir el niño vive las emociones de la madre como si fueran de él o ella, otros autores afirman que es desde la concepción y hasta los 7 años que los niños poseen esta “esponja emocional”, que les vincula directamente a la madre, lo misterioso es que regularmente con el padre no ocurre así y la explicación es que el niño vive la experiencia del padre a través de la madre (Mónica Calderón).

¿Te preguntaras?, y que consuelo o solución me da conocer lo anterior… ahí esta la respuesta, los niños menores de 7 años tienen esta “mente absorbente/esponja emocional”, y se vinculan a TODOS LOS ESTADOS EMOCIONALES QUE VIVE LA MADRE, así que si existió o existe alguna dificultad en el pasado o en el presente en la separación con el hijo, y esto con referencia desde el alumbramiento, el pequeño le va a seguir manifestando, y expresarle en los momentos donde se espera “que ya sea grande, maduro, no bebe”…. ¿Qué tenemos que cuidar si deseamos que nuestro hijo se quede sin llorar en el colegio?, lo primero es confiar en el lugar y las personas que atienden a tu hijo, esto lo transmitimos a nuestros hijos, lo segundo es que todo lo que crees que le ocurre a tu hijo regularmente lo estas viviendo tu y el a través de ti y lo tercero recuerda siempre que la mejor señal para darte cuenta de que tu hijo “esta bien”, es el síntoma más hermoso: “la alegría de vivir”, y si cuando le recoges le observas en ese estado confía y acompáñalo y acompáñate de manera amorosa y respetuosa pero con tendencia hacia la independencia.

Nada de lo que ocurrió o hiciste en el pasado puedes modificar, pero siempre tienes este presente hermoso en el que vive el niño, para actuar desde la conciencia de la trascendente tarea de la madre, y que la esponja emocional/mente absorbente de tu hijo (a), tenga oportunidad de mejores experiencias de vida, que le impulsen al desarrollo de la autonomía sin la sensación de abandono, y esto esta en nuestras manos, generando mejores estados para estar y ser en el presente.

Un abrazo.

GM. LIDIA DE HARO.