EL PARADIGMA DE LA NO ALINEACIÓN

Definitivamente, estar en un sistema educativo con una filosofía /pedagogía del tamaño de Montessori y Waldorf, no nos viene bien a todos.

EL PARADIGMA DE LA NO ALINEACIÓN

Definitivamente, estar en un sistema educativo con una filosofía /pedagogía del tamaño de Montessori y Waldorf, no nos viene bien a todos. En un momento histórico, donde el valor se encuentra en lo exterior, donde los estereotipos y expectativas a cubrir son tan altas, queda poco espacio para vivir y reconocer los procesos internos de desarrollo humano. En un momento de tanta alienación humana, física, emocional, cognitiva y espiritual, queda poco que sentir y mucho que tener. En circunstancias donde se confunde la fantasía con la realidad, por la exposición tan frecuente a experiencias de vidas alineadas bajo sistemas controlados y manipulados es necesario que se reúnan las personas para fugarse en mundos irreales e inexistentes y así evadir la realidad. En condiciones de tan poca sensibilidad, las emociones y sentimientos han pasado a segundo, tercer o último plano, porque los poros de la piel se han tapado con tanta contaminación. En situaciones donde el propósito de transitar por la vida, o la misión de la misma se confunde con la simple reproducción humana, olvidándose de la toma de conciencia, que decir del camino de evolución humana que corresponde transitar.

Existe poca cabida para modelos educativos que promueven como eje central: el respeto al desarrollo del niño, la observación a los procesos naturales de aprendizaje, la libre elección, el desarrollo de la voluntad, la libre expresión , la investigación, el descubrimiento de la misión cósmica, la aportación a la vida.
Donde una cultura que fomenta el ser antes que el tener es una utopía.. . donde lo emocional es tan importante como lo cognitivo, donde la reflexión y el análisis, son el parteaguas para cualquier estudio de la realidad. En resumidas cuentas, donde nos recuerdan el derecho a ejercer la libertad, y que está no es un premio, sino una condición necesaria de vida.
Porque se nos ha olvidado ejercerla, tanto que hemos dejado de percibir los barrotes que al día de hoy nos atan y uniforman como masa, en el intento de borrar la individualidad que por derecho tenemos.
Esto no tiene que ver con partidos políticos ni religiosos, sino con la más profunda necesidad del hombre de ser y estar en la vida para trascender.
Que vengan más mujeres y hombres, valientes padres de familia, que buscan otras formas de formar a sus hijos, que vengan muchos niños a las escuelas Nuevas: Montessori, Waldorf, Pestalozzi, que venga la verdadera vida! Los paradigmas de la escuela nueva, las filosofías de crianza respetuosa, no son para todos los padres, pero si para todos los niños, porque ellos no han olvidado y viven libertad.
 
“Quedarse en la escuela sin lágrimas”.El título del post es el deseo de muchas madres que llevan a sus hijos a maternales y preescolares, dejar llorando a un niño es una experiencia desgarradora para las madres, entonces todas las preguntas nos invaden: ¿qué le estará ocurriendo a mi hijo (a), estaré haciendo lo correcto, me parece que está sufriendo demasiado, y si mejor lo saco y espero a que esté listo?
Pasan las horas y es tiempo de ir a recogerlo y tu hijo (a), se encuentra feliz, no quiere irse incluso de la escuela, las lágrimas desaparecieron casi mágicamente, entonces la madre/familia se vuelve a cargar de confianza y energía para impulsar al siguiente día la llegada a la escuela, sin embargo, cuando esto es recurrente y no mejora, las respuestas se buscan por aquí y por allá deseando encontrar una receta mágica para que esta experiencia sea agradable para ambas partes.
Tranquila, mamá es importante que sepas lo siguiente, los niños de 0 a 6 años tienen un tipo de mente especial, diferente a la de los adultos, denominada “mente absorbente”, inconsciente (0 a 3 años), y consciente de (3 a 6 años), según M. Montessori, por lo que absorben del ambiente TODO TIPO DE EXPERIENCIAS CONSCIENTES E INCONSCIENTES DEL ADULTO.
 
Según Laura Gutman existe una fusión emocional de los 0 a 3 años entre la madre y el hijo, es decir el niño vive las emociones de la madre como si fueran de él o ella, otros autores afirman que es desde la concepción y hasta los 7 años que los niños poseen esta “esponja emocional”, que les vincula directamente a la madre, lo misterioso es que regularmente con el padre no ocurre así y la explicación es que el niño vive la experiencia del padre a través de la madre (Mónica Calderón).
¿Te preguntarás?, y qué consuelo o solución me da conocer lo anterior… ahí está la respuesta, los niños menores de 7 años tienen esta “mente absorbente/esponja emocional”, y se vinculan a TODOS LOS ESTADOS EMOCIONALES QUE VIVE LA MADRE, así que si existió o existe alguna dificultad en el pasado o en el presente en la separación con el hijo, y esto con referencia desde el alumbramiento, el pequeño le va a seguir manifestando, y expresarle en los momentos donde se espera “que ya sea grande, maduro, no bebe”….
 
¿Qué tenemos que cuidar si deseamos que nuestro hijo se quede sin llorar en el colegio?, lo primero es confiar en el lugar y las personas que atienden a tu hijo, esto lo transmitimos a nuestros hijos, lo segundo es que todo lo que crees que le ocurre a tu hijo regularmente lo estás viviendo tú y él a través de ti y lo tercero recuerda siempre que la mejor señal para darte cuenta de que tu hijo “esta bien”, es el síntoma más hermoso: “la alegría de vivir”, y si cuando le recoges le observas en ese estado confía yacompáñalo y acompáñate de manera amorosa y respetuosa pero con tendencia hacia la independencia.
Nada de lo que ocurrió o hiciste en el pasado puedes modificar, pero siempre tienes este presente hermoso en el que vive el niño, para actuar desde la conciencia de la trascendente tarea de la madre, y que la esponja emocional/mente absorbente de tu hijo (a), tenga oportunidad de mejores experiencias de vida, que le impulsen al desarrollo de la autonomía sin la sensación de abandono, y esto está en nuestras manos, generando mejores estados para estar y ser en el presente.LILY DE HARO.